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por Lorena Pérez

Bloc de Moda es un medio digital lanzado en 2006. Apuntes que registran historias en un gran reportaje online. En BdM se observa, se pregunta, se investiga y se escribe cómo impacta la moda en la cultura y los cruces con las artes. ¡Bienvenidos!

El presidente de Alexander Wang es argentino y se llama Rodrigo Bazan

Alexander Wang & Rodrigo Bazan - imagen via No Fashion

El T.E.G. de la moda no para. Como aderezo que se añade a las colecciones Spring 2014 surgen los rumores de la salida de Marc Jacobs de Louis Vuitton y vuelve a sonar el nombre de Nicolas Ghesquière como reemplazo. Mientras se espera por el miércoles al desfile de la casa francesa y que si será o no el último de Marc Jacobs al frente de Vuitton, se confirma a Marco Zanini al mando de la maison Elsa Schiaparelli. Su puesto en Rochas quedará a cargo de Alessandro Dell' Acqua, un diseñador con una exquisita etiqueta llamada N°21. Y vuelve Jean Patou, la casa del diseñador que introdujo la logomanía en el mundo de la moda en la década del 20' y encargado de vestir a la tenista Suzanne Lenglen.

Sin embargo todas mis fichas van por la gran novedad que me hice cuando leía BOF 500, un listado con los referentes de la moda que publicó este fin de semana Business Of Fashion. Una de las personas alistadas es el presidente de Alexander Wang, que resulta ser argentino.


Graduado en la UADE, Rodrigo Bazan es el primer presidente que nombra Alexander Wang y a su cargo quedó el desembarco del actual director creativo de Balenciaga en China.
O sea que en su rol estuvo el acompañamiento de la joven promesa del diseño americano convertido en realidad global. Antes de su llegada a la etiqueta del niño mimado de Anna Wintour, en el 2010, Bazan pasó por Marc Jacobs donde centralizó estrategias para la expansión de la marca del ¿ex? diseñador de Louis Vuitton por mercados emergentes y durante cinco años (2002-2007) fue el director financiero de Alexander McQueen.


Un argentino que monta su expertise en casas de moda que hasta la persona más incrédula desearía contar. ¡Qué orgullo!