Los archivos de Testorelli se exhiben en su flamante casona de San Isidro
Con 138 años de historia, Testorelli es de las casas más antiguas de Buenos Aires. Están Giesso, fundada en 1884 y Perramus, en 1920. Con la quinta generación al mando, la joyería fundada en 1887 en San Isidro se mantiene en su barrio e inaugura una casona en la esquina de 25 de Mayo y Primera Junta.
La flamante apertura se celebra con la exhibición histórica “Raíces” integrada por máquinas y herramientas que reflejan las tecnologías propias de las distintas épocas, piezas, documentación y una cronología que representa el legado que hoy está al mando de Mirian Testorelli - 4ta generación - y sus hijos - 5 generación - Ignacio, Joaquín, Milagros, Blas y Juan Griep Testorelli.
La historia de Testorelli comienza con José, el bisabuelo de Mirian que llegó de Suiza con el oficio de la alta relojería. Ese saber quedó legitimado en la Plaza Mitre, en San Isidro, pues diseñó el reloj floral que comenzó a marcar a las 12 en punto del 31 de diciembre de 1913.
“Esta casa es un sueño hecho realidad. Queríamos crear un espacio que
represente lo que sentimos por San Isidro y por nuestros clientes: cercanía,
historia y amor por lo eterno”, dice Miriam Testorelli sobre la casona rodeada de árboles que ensalza el legado joyero y afirma su posición en el mercado.