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por Lorena Pérez

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#Presidenciables El estilo de Sergio Massa


El ubicuo chaleco y jeans de Sergio Massa refuerzan una imagen de austeridad que busca identificar con su estilo de gestión. Muestra poca evolución en su vestimenta pero acierta cuando busca reflejarse con uno más de su electorado. Explorar nuevos colores le sumaría vitalidad a su estampa de por si tradicional.


Simpleza en la vestimenta y un estilo que debería sumar nuevos colores a su estampa son sólo algunas de las claves que identifican el outfit de Sergio Massa. El intendente de Tigre y reciente ganador de las PASO es, aunque suene redundante, políticamente correcto. Un rasgo de su personalidad que lo emparenta con Mauricio Macri, jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, y también con Daniel Scioli, gobernador bonaerense.

Con 41 años, posee un background ejecutivo y de alta exposición: director de la Anses durante las presidencias de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner, y jefe de Gabinete de Ministros durante el primer año de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Una experiencia que tras presentarse como opositor lo lleva a infinidad de batallas de campaña con el Gobierno del que fue parte.

Su estilo de vestimenta es sencillo como el lenguaje coloquial y la expresión corporal de cercanía con que se presenta ante el electorado, en el trato con los vecinos de su municipio, en los medios. A primera vista, se deduce que gusta pintar sus looks en azul, sean sacos y camperas para la informalidad o trajes y camisas para la institucionalidad. Aunque, sin dudas, son sus omnipresentes chalecos el ítem que más lo identifica: tal como lo fue la campera de cuero de Carlos Menem o la chaqueta de gamuza de Fernando de la Rúa, el chaleco de Sergio Massa se ha convertido en un signo de representación en tiempos de campaña.

La idea de su guardarropas acompaña la búsqueda de una estampa de hombre corriente, que crea figuras simples al hablar apelando a requerimientos propios del sentido común de cualquier persona.

Desde los inicios de la gestión de los Kirchner se alineó al principio con el look de los funcionarios k de alta exposición. En la medida en que se fue despegando, hasta desembocar en la creación de su propio partido, su estilo se volvió más informal, en la búsqueda de una sencillez deliberada.
Muy prolijo, sus camisas exentas de arrugas podrían ser la envidia de todo caballero que viste ambo y pantalón sastrero cada mañana. Otra de las señas particulares del tigrense es el jean, prenda que lo acompaña incondicionalmente –al igual que los cárdigans tejidos– cada vez que el dress code no manda uniformarse de político con el saco y corbata de rigor. Massa busca convertir la informalidad en un signo de su imagen. Para compensar la falta de multiplicidad en su placard sale en su auxilio su mujer, Malena Galmarini, igualmente correcta pero un poquito más moderna, a tono con otras parejas políticas con aspiraciones presidencialistas.


Un acierto: 
Atento a la mirada exigente de la diva de los almuerzos en la tevé, Sergio Massa cumple con el código indumentario que impone la cita con Mirtha Legrand, reforzando el concepto de que puede dejar a todos contentos.

Un desacierto: 
Desde los inicios de la gestión Kirchner, Massa se fue adaptando. Al principio, se alineó con el look de los funcionarios K de alta exposición. En la medida en que se fue despegando, hasta desembocar en la creación de su propio partido, su estilo se volvió más informal, en una búsqueda de sencillez deliberada.

Una sugerencia: 
Muestra poca evolución en su estilo. Acierta cuando busca vestirse como uno más de su electorado, aunque explorar otros colores le sumaría vitalidad a su estampa.

imágenes: Sergio Massa
Publicado en Clase Ejecutiva, la revista del diario El Cronista