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por Lorena Pérez

Bloc de Moda es un medio digital lanzado en 2006. Apuntes que registran historias en un gran reportaje online. En BdM se observa, se pregunta, se investiga y se escribe cómo impacta la moda en la cultura y los cruces con las artes. ¡Bienvenidos!

Perfil: Los Obama, el estilo de una nación


Barack Obama llega a la Argentina para encontrarse con Mauricio Macri, marcando el regreso de un presidente de Estados Unidos al país luego de 19 años. En la comitiva integrada por más de 800 personas - que arriba desde Cuba a Buenos Aires - se encuentra su esposa Michelle Obama y sus hijas Sasha y Malia.

Gran parte de la audiencia expectante por esta visita encuentra en la pareja presidencial americana algo similar a la curiosidad que generan las celebridades de Hollywood: la imagen que emanan es poderosa (y bella) y sus mensajes son contundentes. Pero hay una construcción que acompaña la notoriedad originada en que Obama haya sido el primer político afroamericano en ejercer un cargo presidencial en Estados Unidos, sino que está asociado con el estilo de la pareja. Mucho tiene que ver el punto de vista con el que la Primera Dama interpreta la moda como forma de mostrarse ante el mundo, pero no como marca personal, sino asumiendo la representación de un país.

#LetGirlsLearn Michelle Obama en el Centro Metropoitano de Diseño
Mientras Obama simplifica su vestir con el mismo corte de traje y paleta de colores, Michelle Obama hace su declaración nacionalista al usar solo diseñadores y marcas que producen en el mercado americano. En 2009, al tomar posesión de su cargo, “Flotus” lució un vestido y abrigo amarillo de Isabel Toledo. La diseñadora de origen cubano recuerda: “Eligió una diseñadora chiquita, que trabaja de modo artesanal, latina, pero que produce todo en New York. Eso es una proclamación, ella dijo mucho con esta elección", mientras rescata que esta abogada de 52 años compró el vestido en una tienda de Washington junto a otros atuendos de su etiqueta, en cuanto comenzó la campaña presidencial.

Otra anécdota que Toledo rescata de ese momento fue cuando en una cena en la casa de Calvin Klein, quien sería la primera dama americana había acordado nutrir su relación con la industria textil americana. Para esa reunión con los magnates de la moda también llevó un vestido de Isabel Toledo. Este gesto no fue el único, además ayudó a potenciar los nombres de Jason Wu, Thakoon, Mimi Plange y hasta mejorar las ventas de J. Crew. Desde un cinturón hasta una falda tubo del retail quedaron sold out en cuanto aparecieron las imágenes de esos looks. En los mensajes que emite la ropa de la señora Obama queda vinculado la feminidad, el poder y el estar en movimiento. Todo made in USA.


La moda se comunica con la vida mirando la sociedad y la revista Vogue siempre supo acompañar cada época donde surgen esos estereotipos de belleza y no fue casual que, en 2009, Anna Wintour haya puesto en portada a Michelle Obama, pues ella era el nuevo emblema de estilo de los americanos. Según pronosticaba la nota que acompañó la tapa: “Michelle Obama está a punto de convertirse en la Primera Dama más transformadora de la historia.” Para su segunda portada en Vogue, en 2013, la First Lady revelaba: "Siempre digo que las mujeres deben usar lo que haga sentirlas bien consigo mismas. Creo que si se sienten cómodas en su ropa es fácil conectar con la gente. En cada interacción que tengo quiero mostrarles mi yo más auténtico", como respuesta de la interpretación visual de su personalidad.

Los Obama en la cena de honor celebrada en el Centro Cultural Kirchner
Su figura para la industria textil es relevante y la diferencia con Jackie Kennedy, otra de las primeras damas más estilosa que representó a la nación, es la inteligencia y el pragmatismo en su modo de vestir, guiño que comparte, desde otro punto de vista, con el presidente. Su look es monótono y el propio Obama lo aclaró en la revista Vanity Fair: “Usted verá que solo uso trajes y grises y azules. Estoy tratando de recortar decisiones”, mientras repite en su repertorio los impecables trajes hecho a medida por el sastre Martin Greenfield, logrando un uso perfecto de la imagen que Pete Souza, el fotógrafo oficial de la Casa Blanca, registra para la prensa como en el día a día en su cuenta personal de Instagram, donde se ve al presidente demócrata quitándose el saco o con la camisa arremangada, según lo requiera la situación a comunicar.

Fitbit a la vista: Obama en la Usina de las Artes
Mientras Michelle Obama resulta embajadora de la moda americana, Barack Obama emite otros mensajes con su aspecto. Por ejemplo cuando intencionalmente queda en evidencia el uso de un smartwatch de Fitbit. Para el caso, los diarios americanos analizaron que el presidente buscó asociarse con los atributos de saludabilidad, modernidad y el estar en movimiento que genera el uso de la tecnología wearable.

A diferencia de lo que sucede en Argentina, la cultura americana tiene al patriotismo como uno de sus símbolos más destacados y el gran logro de los Obama está en cómo han posicionado mucho más que un estilo, sino ensalzar la productividad de Estados Unidos y no solo para la foto.

Una versión de esta nota fue publicada en la edición de marzo de 'Clase Ejecutiva', la revista del diario El Cronista