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por Lorena Pérez

Bloc de Moda es un medio digital lanzado en 2006. Apuntes que registran historias en un gran reportaje online. En BdM se observa, se pregunta, se investiga y se escribe cómo impacta la moda en la cultura y los cruces con las artes. ¡Bienvenidos!

Historia de la Moda: ¿Existe la Alta Costura en Argentina?

Archivo Bloc de Moda - Muestra "De Gino Bogani al diseño de autor" (2013)

En el ciclo de entrevistas que la Cámara Argentina de la Moda realiza a través de Instagram Live, el sábado pasado tuvo lugar una conversación necesaria e interesante que definen una de las categorías de la moda argentina que genera confusión: ¿Hay Alta Costura en Argentina? Francisco Ayala, diseñador y presidente de la CAM, recibió a Jorge Moragues, titular de la cátedra de Diseño de Indumentaria de la FADU, quien hacia el final de la entrevista dijo que en Argentina no hay Alta Costura, mientras Ayala argumentaba que sí. Si bien “Haute Couture” es una designación legal registrada en Francia, en Argentina hay una tradición de diseñadores, diseñadoras y modistas de presentar su trabajo bajo la denominación Alta Costura. ¿Por qué?


Un poco de historia
El nacimiento de la Haute Couture está relacionado a Charles Frederick Worth, un vendedor de textiles que en 1858 fundó la primera casa de Alta Costura en la rue de la Paix, la calle donde se instalaron, luego, las casas de moda en París. En Francia, la moda es parte del patrimonio y es el segundo sector más rentable, con un valor estimado de € 150 mil millones. Desde la época del Rey Luis XIV, el sistema comenzó a forjarse como una política de Estado con apoyo constante, que siguió con María Antonieta y su “Ministra de la Moda”, Rose Bertin. La Alta Costura se convirtió en sinónimo de París porque estaba organizada e institucionalizada. A mediados del Siglo XX comenzaron a regir normas: para ser miembro aceptado por la Fédération de la Haute Couture et de la Mode, la organización de la industria de la moda francesa, había que sentar base en París, confeccionar los diseños allí, presentar la colección en la ciudad más respetar una cantidad de modelos y horas de trabajo para mostrar las creaciones a medida. El Ministerio de Producción revisa periódicamente qué casas de diseño pueden usar la nomenclatura y solo aquellas maisons y compañías que son aprobadas cada año por una comisión de la Chambre Syndicale de la Couture pueden participar de la semana Couture que se lleva a cabo en enero y en julio en la Ville Lumière. Por ejemplo, las maisons italianas Valentino y Giorgio Armani “Privé”, el libanés Elie Saab y los holandeses Viktor & Rolf son aceptados como miembros extranjeros mientras que Iris van Herpen y Guo Pei son invitadas y se suman a los 16 miembros oficiales. Chanel, Dior, Maison Margiela, Schiaparelli, Givenchy y Jean Paul Gaultier son algunas de estas maisons.


¿En Buenos Aires también?
En Argentina hay una tradición iniciada el siglo pasado de casas de moda y modistas que confeccionaban ropa respetando las reglas de la Haute Couture, pero vale contar que en Buenos Aires no hay Alta Costura: esta nomenclatura es exclusiva del sistema francés.

La Primavera 1989 de Gino Bogani

Las casas de moda de Buenos Aires
“En Buenos Aires no se pedía originalidad sino que un diseño pueda replicar los estándares de París, que pudieran ser iguales a Chanel y Dior”, dice el diseñador Francisco Ayala, actual presidente de la Cámara Argentina de la Moda. Para entender la razón de nacionalizar una tradición foránea es preciso saber que en Buenos Aires era posible encontrar este arte del vestido a través de las comisionistas que viajaban de París para tomar los pedidos de las argentinas y las propias mujeres que viajaban a Europa y compraban los vestidos a medida para ellas y sus amigas. Es decir, las argentinas eran clientas de las casas de París y, además, no estaba mal visto copiar un diseño. La clase alta compraba y encargaba los diseños originales y la clase media se vestía con modistas que trabajaban los diseños al detalle y siguiendo los moldes de las creaciones auténticas. Madame Suzanne, Henriette, Bernarda de Meneses, quien llegó de España para dirigir la casa Paquin en Buenos Aires y luego abrió su casa en Viamonte y Rodriguez Peña: allí se confeccionó el vestido que Evita usó para su visita al Vaticano - como parte de su viaje a Europa en 1947-, Ana de Castro, Carola de Renieri y Jacques Dorian son algunos nombres que hacen a la historia de una ciudad encandilada por los designios de Paris. Vanyna de War es una de las creadoras más recordadas, incluso por ser una de las pioneras del prêt-à-porter en Buenos Aires. Hija de argentinos, esta francesa abrió a sus 16 años una casa de moda en Paris que sobrevivió a la Segunda Guerra Mundial. Trajo sus diseños a Argentina en la década de 1940 y dada la repercusión, en 1950 se instaló con su casa de moda en la esquina de Arenales y Talcahuano.

Archivo Bloc de Moda. De la última colección de Rosina Corradini (2011)

Dos clásicos
Una de las pioneras en destacarse en la Alta Costura en Argentina fue Rosina Corradini, una italiana que llegó a Buenos Aires en 1949 escapando de la Segunda Guerra Mundial. “Fue una época hermosa y éramos pocas las modistas", recuerda a sus 87 años y levantando bandera de ser la única en hacer Alta Costura en el país. En la década de 1960 abrió su maison y mantenía la novedad en sus diseños viajando dos veces al año a París. "Iba a mirar los desfiles y sabía pescar lo que sería novedad la próxima temporada. En cuanto volvía a Buenos Aires se lo ofrecía a mis clientas y después resultaba ser la última moda", me contó Rosina en su casa, algunos meses atrás.

Gino Bogani afirma que en Argentina no hay Haute Couture pero sí una confusión total. Que alguien confeccione un vestido largo no significa que haga Alta Costura, dice. Bogani se lanzó en 1958 y su nombre comenzó a sonar diez años después, en ese momento se convirtió en sinónimo de Alta Costura, el mayor refinamiento en la moda argentina cuya experiencia estética encontró en la década de 1980 su momento de esplendor.

Hernán Fragnier Otoño / Invierno 2014

La nueva Alta Costura

En la actualidad hay un grupo de diseñadores que trabajan sus diseños según los parámetros de la Alta Costura: Gabriel Lage es uno de los referentes de ésta época. El diseñador lleva más de 25 años en el mercado de la alta moda y tiene su propio atelier donde interviene las telas, las borda y cada vestido se hace a la medida de la clienta. Un rumbo similar es el de Francisco Ayala, quien además involucra a artistas plásticos en la creación de sus diseños y realiza vestuarios para ballets. Hernan Fragnier comenzó su carrera como aprendiz junto a Jacques Dorian, luego pasó por la casa Greta Markowics, Rosina y Sylvie Burstin, todos nombres que son referentes de lo que conocemos como alta costura argentina.

La colección de Gabriel Lage

En las últimas tres décadas, la relación con la tradición Couture ocupa el mercado de las novias, pues los hábitos cambiaron, los tiempos se aceleraron y las mujeres ya no requieren de un guardarropa tan exclusivo. Sin embargo, hay una nueva generación que refresca el panorama, como la etiqueta Bouquet y la diseñadora Pía Carregal.

Imagen vía BAAM - De la colección Otoño 2014 de Hernán Fragnier

Qué es hoy la Alta Costura argentina
Fundada en 1905, la Cámara Argentina de la Moda está trabajando en un proyecto que busca redefinir qué es Alta Costura en Argentina. En los bocetos sobre la recategorización de esta tradición francesa se propone que para ser contemplado como tal, el diseño debe ser producido en el país, presentar al menos una colección por año con 15 prendas artesanales como mínimo y utilizar la máquina de coser solo para hombros y laterales. Confeccionar una toile y utilizar materias primas nobles y también propias de nuestro país, como lana de vicuña, camélidos, lanas cardadas e hiladas a mano, alpaca, plata, rodocrositas más la incorporación de materiales innovadores. El acuerdo que se está redactando propone reglamentar la intervención de los oficios en los diseños hechos a medida, como joyería artesanal, tocados, bordados, plisados y zapatería Couture.

Un diseño de Vanyna de War en la portada de Elle Francia

La moda hoy
Con el nacimiento del prêt-à-porter y luego la cultura del fast fashion, a la Alta Costura le pronosticaron muchas veces su desaparición.

Las grandes maisons que se presentan en Europa, también las nuevas etiquetas de la escena local, muestran un enfoque renovado en una artesanía pensada a medida y no destinada al mercado masivo. Incluso, las marcas jóvenes transitan la noción de “Alta Costura lista para usar”, “Modern Couture”, “Demi Couture”, categorías que buscan alejarse de los vestidos de alfombra roja o del ideal de la alta sociedad y modernizar los conceptos y explorar nuevas técnicas que traducen esta experiencia entre la mujer y el vestido.