SLIDER

por Lorena Pérez

Bloc de Moda es un medio digital lanzado en 2006. Apuntes que registran historias en un gran reportaje online. En BdM se observa, se pregunta, se investiga y se escribe cómo impacta la moda en la cultura y los cruces con las artes. ¡Bienvenidos!

cuarentena por coronavirus: El ritual de ir por el café


Hace unos días leí que cuando los historiadores escriban el libro sobre la pandemia del Coronavirus covid-19, el tiempo de confinamiento ocupará apenas un tercio porque la mayor parte de la historia será lo que suceda después. Quien vaticinaba sobre el rol de la cuarentena era Bill Gates en una columna de The Economist.


El impacto estará en el día después, cuando salgamos de esta nueva realidad "irreal", pero aún así las cosas no volverán a ser como antes. Pero es en tiempo presente cuando pienso en la importancia de los rituales; algunos no cambian, incluso, con la transformación de hábitos. Quizá la incertidumbre haya sido la primera sensación tras el anuncio de la cuarentena obligatoria decretada el 16 de marzo pasado.

También surgió una búsqueda incesante, personal, hacia los hábitos que nos conserven una sensación de rutina: quiero sentir que mi vida sigue siendo mía.

* Lectura que te puede interesar: Dónde conseguir barbijos de diseño


Ahí es cuando entra el rito de ir por un café. Para que acompañe en la caminata, para sentarse en algunos de los bancos que los Mondongo esparcieron por avenida de Mayo o en las cafeterías que son parte de la cotidianidad, sobre todo cuando el homeoffice es habitual y la escapada al bar por esa taza decorada por un humeante aroma tostado es parte de la procesión del día.

* Lectura que te puede interesar: Un nuevo modelo para la moda


Distanciamiento social mediante, de a poco algunos locales comenzaron a abrir en horarios reducidos y las cafeterías iniciaron las entregas cual food truck: se llega hasta la fachada, pero la sensación de normalidad que regala ese momento representa algo más. La primera que me topé fue Origen, en Humberto Primo al 500, luego con la casa de té Cosí, ubicada en Bolivar al 500. Entre barbijos y alcohol en gel, el acto de hacer las compras - que se convirtió en toda una salida, al igual que sacar la basura - y toparte con un bar abierto dispuesto a ofrecerte un café me devuelve un poco mi rutina. Como si el rito de ir por el café le bajara el ritmo de ciencia ficción a este mientras tanto que - hasta el momento - no se sabe cuándo finaliza.

* Lectura que te puede interesar: Qué pasa con la piel en días de pandemia